miércoles, 7 de noviembre de 2007

Quiero ser astronauta

Maryam Aljoaan es una mujer poco común. Nació en Kuwait hace 26 años, estudió durante cuatro años ingeniería en Estados Unidos y acaba de regresar de San Petersburgo, donde ha pasado nueve meses estudiando ruso. Y todo porque se empeñó en hacer realidad un sueño que ya tenía de pequeña: conocer el universo y ser la primera mujer árabe en ir al espacio. Radioaficionada, en agosto de 2005 consiguió hablar con su ídolo, el cosmonauta ruso Sergei Krikalev, comandante de la Expedición 11, en la Estación Espacial Internacional.

Los blogs han dado voz a las mujeres árabes, ya sea para vociferar sus frustraciones, expresar sus deseos o dejar bien claras sus opiniones. Maryam también tiene uno, So I want to be an astronaut (Pues quiero ser astronauta), en el que recoge el día a día de sus logros y ambiciones… ¡que son muchos! En 2004, ganó el primer premio a la mejor bitácora kuwaití y el tercero a la mejor de Oriente Próximo y África. Lo descubrí no hace mucho por casualidad, y no resistí la tentación de ponerme en contacto con ella…

P: ¿Por qué un blog?
R: Quería expresar mis sentimientos y compartir con otra gente mis opiniones, mis sueños y mis planes. Escribo en inglés porque es un idioma internacional y me lee gente de todas partes. Es un archivo de mi desarrollo personal y de mi experiencia y es, a la vez, una fuente de inspiración para mis lectores. Muestra la estrategia que estoy siguiendo para poner en práctica mis sueños.

P: ¿Confías es hacerlos realidad?
R: Cuanto más me meto en la industria del espacio, más creo que podré algún día realizarlos. Ahora coordino los programas educativos del departamento de astronomía y ciencia espacial del Club de Ciencia de Kuwait. Ser un astronauta requiere paciencia y yo me tomaré el tiempo que haga falta. La profesora y astronauta Bárbara Morgan esperó durante dos décadas, hasta que pudo ir al espacio este año.

P: ¿Y tu vida personal?
R: Mi sociedad espera de mí que me case, probablemente a través de un matrimonio pactado, a lo que me opongo. Eso no quiere decir que no quiera crear mi propia familia. De hecho, quiero tener hijos antes de ir al espacio, porque las radicaciones podrían ser perjudiciales.

P: ¿Eres una excepción en Kuwait?
R: Mi familia no es muy conservadora, y aunque no cuento con el apoyo de mis padres, tampoco me impiden que siga con mis planes. Tengo suerte de tener un poco más de libertad que la media en Kuwait. Por ejemplo, puedo viajar sola y asistir a congresos sin un guardián masculino.

P: ¿Y la mayoría?
R: En nuestra región, se espera de las mujeres que se comporten según su cultura y tradiciones y nunca crucen las líneas rojas. Kuwait es todavía una sociedad tribal y masculina y es más conservadora ahora que en los 60 o 70 a causa de la influencia de los fundamentalistas islámicos. Las mujeres ya tenemos el derecho al voto, pero hay un déficit de concienciación política. La mayoría somos profesionales y universitarias, de lo que me siento muy orgullosa, pero necesitamos creer más en nosotras mismas, ser más conscientes de nuestros derechos y hablar sin tapujos. Por eso los blogs son tan importantes, porque nos permiten hablar sobre nuestros problemas sin censura y bajo identidades anónimas.

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